La Peña Flamenca de Ubrique
La Peña Flamenca de Ubrique fue fundada oficialmente el 4 de diciembre de 1978, siendo su primer presidente el Sr. D. Manuel Heliodoro García Serrano, profesor extremeño destinado por entonces a nuestra localidad
Su sede se encuentra situada en el corazón del bellísimo casco histórico de nuestra localidad, como es la Plaza de la Verdura.
Su primera actividad, y que se mantiene en la actualidad, es el Viernes Flamenco, que con un ambicioso proyecto de actuaciones, año tras año, viene ofreciendo espectáculos flamencos a todos sus socios y aficionados en general. No siempre ha habido dinero para traer artistas de renombre, entonces los artistas ubriqueños cubrían con creces las ausencias, elevando sus quejíos a la noche de los viernes y demostrando con holgura, su valía, su dominio y su saber del Arte Flamenco. Y todo ello sin ánimo de lucro. Vaya desde aquí nuestro agradecimiento a Manolo “El Pescaó”, Atanasio Villalba, Miguel Gil, Rafael Flores, Serranito, Loli Moreno, Antonio Gago “Manzanito”,Vicente Domínguez, Pepi Morales, José Antonio Maza … y tantos otros, que cada uno a su manera, dieron lo mejor de sí mismo para que la Peña Flamenca de Ubrique, fuese conocida, respetada y querida, tanto dentro como fuera de nuestra localidad.
Unos de los principales objetivos de la Peña es la difusión del Arte entre los jóvenes, para ello se crearon las escuelas de guitarra y de baile. Las primeras clases de baile fueron impartidas por Pepe y Bernarda, que enseñaron con maestría el baile por sevillanas a muchos jóvenes y no tan jóvenes ubriqueños. Las primeras clases de guitarra fueron impartidas por Paco Cabello, donde ya por aquel entonces despuntaba un joven y prometedor alumno como José Antonio Maza.
Con objeto por un lado, de difundir el flamenco entre nuestros vecinos, y por otro, cubrir la necesidad de oír a las figuras del momento, se creó el festival flamenco de Ubrique, al cual, se le puso el nombre de Noche Flamenca de la Piel.
Muy pronto y como complemento a todas sus actividades, la Peña vistiendo sus mejores galas, como insolente quinceañera que clama por abrirse al amor, sale de Ubrique y empieza a pregonar sus cantes por las serranías y campiñas gaditanas, dejando siempre alto el estandarte del flamenco. Fueron las localidades de Arcos de la Frontera, Los Barrios, La Barca de la Florida, La Huerta de Benamahoma, Bornos, … las que oyeron por primera vez a nuestros artistas y con las que se realizaron los primeros intercambios Flamencos.
En 1989 y bajo la presidencia del Sr. José Maza Canto, se crea el Concurso de Arte Flamenco “Ciudad de Ubrique” que en principio sólo cubría la modalidad de cante pero que pronto, el 1991, también introdujo la modalidad de baile. Hoy día, dicho concurso, está considerado como uno de los grandes concursos flamencos a nivel nacional, con alta participación entre jóvenes artistas y aficionados en general.
La Peña Flamenca de Ubrique también ha pasado por momentos delicados, con la zozobra y el desasosiego de tener a la vista un incierto horizonte que presagiaba hasta su posible desaparición, el buen hacer, la serenidad, y el hondo amor propio de los flamencos puros, con sus no menos extraordinarios presidentes a la cabeza, hizo posible que tales augurios quedaran disipados, y quedaran en dolencia vencidas, que no han hecho nada más que fortalecer aún más los grandes cimientos con los que hoy cuenta nuestra Peña.
Hablando de presidentes fuerza mencionar al primero de todos ellos, D. Manuel Heliodoro García Serrano, maestro, extremeño de nacimiento y ubriqueño de adopción y sentimiento, un gran organizador para una gran sociedad. Y en definitiva a todos en las que en sucesivas etapas lo sucedieron como: D. José Lamela Pérez, gran conocedor del flamenco y frustrado cantaó; D. José Ortega Bullón, embajador de las malagueñas de sus raíces; D. Juan Vázquez Llucia, juventud y entusiasmo al servicio de la peña; D. Manuel Román Mena “El Pescaó”; D. Atanasio Villalba León, hombre de elegancia en el cante que, quizás con algo de suerte y otro tanto de arrojo, bien pudiera haber compartido tablas con su admirado Juanito Valderrama, y tantos otros presidentes que representaron y representan muy dignamente a la Peña Flamenca de Ubrique, allá donde nuestra institución flamenca tenía cabida, asiento y lugar como depositaria de valores artísticos-flamencos que nuestros ancestros nos legaron.
La Sociedad Flamenca, nuestra Peña, ha tenido siempre una destacada labor social, tanto en el plano local, como en el regional e incluso en el nacional. Son muchas las actividades que realiza al cabo del año, en las que colaboran entidades privadas y públicas, destacando sobre todo: el Área Cultural de Ayto. de Ubrique y la Fundación de Cultura de la Diputación de Cádiz. A parte de todo ello cuenta con la inestimable colaboración de su masa social, que actualmente cuenta con unos 150 socios.
La labor realizada por la Peña Flamenca de Ubrique, después de tantos años, no puede tener un mal final. Se termina la suerte, la salud, la noche y el día, la vida: hasta las esperanzas e ilusiones que un ayer forjamos siendo jóvenes. Pero el arte, la cultura y la fe del y en el flamenco, no puede tener fin. La Peña, nuestra Peña, pasará a los libros de la historia del cante jondo como una de las páginas flamencas más dignas de ser escrita, que jamás será olvidada y siempre será vivida.
Texto basado en el escrito de D. Avelino Ruíz, Socio Fundador y Primer Secretario de la Peña Flamenca de Ubrique.